Kelly Clarkson: lágrimas, resiliencia y una despedida inesperada

Un adiós entre presentaciones y conciertos.

Doce días antes de la muerte de su exesposo, Brandon Blackstock, Kelly Clarkson ofreció a sus fans una de las interpretaciones más emotivas de su carrera, transformando el dolor de su pasado en un himno de madurez y sanación.

Durante su show del 26 de julio en su residencia Las Vegas Studio Sessions, la cantante de 43 años se quebró en varias ocasiones al presentar una nueva versión de Piece by Piece, tema que originalmente escribió en 2015 como un tributo a la figura paternal que encontró en Blackstock tras una relación distante con su propio padre. Sin embargo, tras su separación en 2020, Clarkson modificó la letra para reflejar la rabia y el desencanto que siguieron a su divorcio.

En el escenario, visiblemente conmovida, se permitió confesar: “He reescrito esta canción más veces de lo que jamás pensé que lo haría. La primera versión estaba llena de esperanza… luego llegó la vida real, y tuve que cambiarla. Después sonaba demasiado enfadada, así que decidí darle un cierre distinto. Ahora es la versión adulta, la que me representa hoy”.

En esta última reescritura, Clarkson deja atrás la ira para abrazar la autocompasión y la fortaleza: “Aprendo cada día a amarme. Dejé ir la vergüenza que me enseñaste. Pieza a pieza, restauré la fe en que un corazón puede seguir latiendo, incluso roto”.

La interpretación adquirió un peso aún más profundo cuando, el 7 de agosto, Blackstock falleció a los 48 años víctima de cáncer. La artista, que comparte con él a sus hijos River (11) y Remington (9), canceló las fechas restantes de su residencia para acompañarlos, expresando que necesitaba estar “plenamente presente” para ellos en este momento.

Fuentes cercanas aseguran que, pese a las diferencias del pasado, Clarkson mantuvo una postura protectora hacia su exmarido durante su enfermedad por el bienestar de sus hijos. Su actuación en Las Vegas, ahora vista bajo esta nueva luz, se convierte en un testimonio de su capacidad para transformar las heridas en música y las despedidas en un acto de amor silencioso.