El ingeniero retirado convertido en leyenda viral, András Arató, mundialmente conocido como “Hide the Pain Harold”, conquistó el paddock y desató una euforia inusitada entre los pilotos de Fórmula 1.ENo fue una pole position ni una maniobra épica lo que robó protagonismo durante el Gran Premio de Hungría. Esta vez, la atención se desvió hacia una figura inconfundible, no por su destreza al volante, sino por su rostro: una expresión inmutable entre cortesía y resignación que lo catapultó al olimpo de los memes. El protagonista fue nada menos que András Arató, el entrañable “Hombre Meme” que, con su típica sonrisa contenida, transformó el circuito en una pasarela de selfies, risas y nostalgia digital.

Arató, ingeniero húngaro jubilado, apareció en el paddock como un espectador más, pero pronto su presencia se convirtió en el acontecimiento del día. Isack Hadjar, visiblemente sorprendido, no contuvo su entusiasmo: “¡Oh, el meme!”, exclamó entre carcajadas. La escena se repitió una y otra vez: Fernando Alonso le dio la mano con admiración, Gabriel Bortoleto titubeó antes de reconocerlo —“No me di cuenta, no lo conozco de espaldas”—, y el desfile de pilotos pugnando por una foto con él creció sin pausa. Por un instante, las estrellas de la pista fueron fans como cualquier otro.

El video del momento, compartido por la cuenta oficial de la Fórmula 1, se viralizó al instante con una frase tan ingeniosa como certera: “Si querés deslumbrar a un piloto, traé a un meme viviente como Hide The Pain Harold.” Y como si fuera poco, Arató posó sonriente con una copa de champagne, celebró la victoria de McLaren y Lando Norris, y selló su visita con ese gesto inconfundible que mezcla ternura, ironía y eternidad digital.

La historia de este fenómeno no deja de asombrar. En 2010, tras una sesión fotográfica para un banco de imágenes, su rostro comenzó a circular en internet como emblema de las contradicciones cotidianas. Hoy, con más de 660.000 seguidores en redes, Arató continúa abrazando su fama con humildad: “Soy un meme, no un influencer”, dice con elegancia.

En un mundo donde lo viral y lo veloz compiten segundo a segundo, András Arató recordó que a veces basta una sonrisa —aunque contenga un poco de dolor— para detener el tiempo… incluso en la Fórmula 1.

Fuente Foto: @kymillman en Instagram