Escucha Radio Play Internacional:

El último rugido del Príncipe de las Tinieblas

Birmingham se rinde ante Ozzy Osbourne en una despedida histórica...

Fue una escena que solo podía pertenecer a una leyenda. Aquel que un día escandalizó al mundo con un murciélago en escena y que, décadas después, conmovió a generaciones enteras con su vulnerabilidad y honestidad, recibió hoy el tributo más sentido que su ciudad natal pudo ofrecer. Miles de fanáticos se congregaron en las calles de Birmingham para despedir a Ozzy Osbourne, el eterno Príncipe de las Tinieblas, con una mezcla de lágrimas, aplausos y música.

Ozzy falleció el pasado 22 de julio a los 76 años, tras años de una valiente batalla contra el Parkinson. Pero su legado, su voz rasgada y su espíritu indomable, resuenan ahora más vivos que nunca. La procesión fúnebre que recorrió las arterias más simbólicas de la ciudad fue mucho más que un adiós: fue una ovación de pie a una vida que desafió todas las convenciones.

Una ciudad paralizada por el corazón

Birmingham se detuvo a la 1:00 p.m. hora local. Las calles se llenaron de camisetas negras con la icónica tipografía de Black Sabbath, bufandas, carteles, flores, lágrimas y puños en alto. Desde Broad Street hasta el icónico Black Sabbath Bridge —donde reposan los nombres de los fundadores del heavy metal—, se escuchaban los cánticos unánimes: “¡Ozzy! ¡Ozzy! ¡Ozzy!”.

Encabezando la procesión, una banda local interpretó piezas fundamentales del repertorio sabbathiano, marcando cada paso del cortejo con una solemnidad desgarradora. En el féretro, un tributo floral púrpura en forma de cruz y el nombre “OZZY” resplandecían entre los vítores de los asistentes.

Un dolor familiar, un duelo compartido

La imagen que quedará grabada en la memoria colectiva es la de Sharon Osbourne, conmovida hasta las lágrimas, descendiendo del vehículo con una rosa en mano. Fue ella, compañera incondicional, quien colocó la flor sobre el mar de ofrendas que cubría las calles. A su lado, sus hijos Kelly, Jack, Aimee y Louis, así como sus nietos y el prometido de Kelly, el DJ de Slipknot Sid Wilson, compartieron un duelo íntimo que se fundió con el duelo popular.

Cinco minutos bastaron para sellar una conexión que trascendió lo artístico. Sharon saludó a los fans haciendo el signo de la paz que Ozzy solía regalar en cada escenario, un gesto simple pero profundamente simbólico.

Una despedida al estilo Osbourne: entre lágrimas y guitarras

Esta procesión, que fue multitudinaria y profundamente respetuosa, precede a un funeral privado y discreto, tal como Ozzy lo quiso. Su última voluntad fue clara: celebrar la vida, no llorar la muerte. Y así lo hizo también en su última actuación, apenas unas semanas antes, cuando se despidió de su público en un épico concierto en Villa Park. Fue un momento sublime, con más de 40.000 personas coreando “Paranoid” como si quisieran aferrarse al último aliento del ídolo.

Hoy, ese mismo estadio fue uno de los puntos clave del cortejo. La carroza fúnebre pasó frente al lugar que una vez vibró con sus gritos inmortales, mientras miles de fanáticos arrojaban flores al paso del ataúd y entonaban himnos generacionales.

Ozzy: más allá del rock

John Michael Osbourne fue más que un cantante. Fue el corazón de un movimiento, el símbolo de la transgresión convertida en arte. Desde los turbulentos años 70 hasta la era de los realities familiares, Ozzy fue tan caótico como humano, tan provocador como tierno. Su vida fue una montaña rusa que nunca negó sus sombras, pero que jamás dejó de buscar la luz.

Detrás de las portadas incendiarias y los acordes demoledores, había un hombre que amaba profundamente a su familia, a su ciudad y a su música. Hoy Birmingham no solo despidió a un artista. Despidió a un hijo. A un hermano. A un emblema cultural irrepetible.

Un silencio cargado de historia

Cuando el cortejo se alejó lentamente hacia su destino final, quedó en el aire un silencio que no fue de vacío, sino de gratitud. Los fans levantaron las manos, muchos con lágrimas, otros con sonrisas, mientras gritaban una vez más: “¡Te amamos, Ozzy!”.

Y así, entre flores púrpuras, riffs memorables y un mar de corazones partidos, el Príncipe de las Tinieblas fue recibido por la eternidad.

Ozzy para siempre.

Fuente Foto: BBC

Read 212 Views
Rate this item
(1 Vote)

Spotify Play - Agosto 2025

Newsletter Subscribe

Bienvenid@, ¿Deseas escoger uno de nuestros medios en especial?, si es así cuéntanos cual te gustaría.