Una obra que condensa su universo artístico en su forma más honesta y visceral. Cada canción nace desde la vigilia emocional, en ese estado entre el insomnio y la introspección donde los pensamientos no callan y las emociones se vuelven crudas. En este debut, el artista despliega una visión sonora única, fusionando lo urbano, el pop y las corrientes contemporáneas para crear un lenguaje propio: híbrido, íntimo y profundamente humano. 

El álbum es el resultado de tres años de trabajo, búsqueda y transformación. Un proceso tan extenso como profundo, donde cada etapa aportó una nueva capa de significado. No es solo un álbum: es una catarsis. Cada track funciona como un fragmento de una conversación interna, marcada por la ansiedad, la sensibilidad y los conflictos de una generación que vive en movimiento constante. Las armonías delicadas se entrelazan con beats modernos, llevando al oyente a un viaje emocional que no teme mostrar la vulnerabilidad como una forma de fuerza creativa.

La producción fue un proceso colaborativo e inmersivo, con la participación clave de Agustín Bonecco, Esteban Frontera, Larry y el propio MCAS, quienes aportaron su visión y sensibilidad para dar forma a un sonido tan diverso como cohesivo. El toque final estuvo a cargo de Javier Fraccia en el mastering, quien elevó cada detalle para lograr un resultado sonoro potente y envolvente.

Desde la composición hasta la producción, MCAS se involucró en cada capa del proyecto, cuidando cada sonido y cada silencio. En "Noches Sin Dormir", no hay artificios: solo historias reales contadas desde un lugar sincero, donde lo emocional no es adorno, sino motor.

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Fuente: EmiPrensa