En medio de un escenario global marcado por la moderación económica, los retos geopolíticos y la necesidad urgente de reformas estructurales, América Latina vuelve a posicionarse como una región de contrastes. Así lo revela el más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), que actualiza su proyección de crecimiento regional para 2025: un 2,2 %, apenas dos décimas por encima del estimado anterior y por debajo del crecimiento observado en 2024.
Pero más allá del promedio, el informe dibuja un mosaico de realidades económicas muy diversas. Desde el vertiginoso ascenso de Guyana, impulsado por su floreciente sector petrolero, hasta la estancada economía mexicana, que parece quedar rezagada pese a su tamaño y cercanía con la principal potencia mundial.
Los campeones del crecimiento: energía, reformas y estabilidad
En el podio del crecimiento regional figuran Guyana (13,6 %) y varios países del Caribe oriental como Antigua y Barbuda (5,8 %) y San Vicente y las Granadinas (4,7 %), que están capitalizando inversiones en infraestructura y turismo. No obstante, dentro de las economías de mayor peso, el caso más llamativo es el de Argentina, cuya proyección de 4,3 % sorprende tras años de inestabilidad crónica.
Según la Cepal, la mejora argentina responde a “una corrección fiscal más agresiva, el control relativo de la inflación y una mayor confianza en los mercados”. Aunque este repunte aún debe traducirse en mejoras sostenidas, marca un giro de timón respecto al pesimismo de años recientes.
Completan el grupo de alto rendimiento países como República Dominicana (4,6 %), Paraguay (3,9 %), Costa Rica (3,8 %) y Belice (4,1 %), con economías que han encontrado equilibrio entre atracción de inversión, estabilidad política y políticas fiscales razonables.
México: la gran economía con el paso más lento
Sorprende —y preocupa— el caso de México, que apenas crecería un 0,3 % en 2025. El país latinoamericano más vinculado comercialmente a Estados Unidos enfrenta una desaceleración que parece contradecir su posición geográfica estratégica y el potencial que ofrecía el nearshoring.
“La economía mexicana está profundamente expuesta a los vaivenes de la economía estadounidense”, explicó Juan Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal, en entrevista con CNN. “Aunque el T-MEC ofrece un marco de seguridad, el impacto arancelario y la incertidumbre regulatoria han ralentizado el impulso”.
Salazar-Xirinachs añadió que, aunque “ya no estamos en un escenario de guerra arancelaria, la negociación sigue siendo compleja” y el 80 % de las exportaciones mexicanas sigue dependiendo de EE. UU., lo que limita la diversificación económica.
Los que retroceden: Haití y Cuba, en caída libre
Dos naciones cerrarán 2025 con saldo negativo. Haití, con un desplome del -2,3 %, continúa atrapado en una crisis humanitaria y política que impide cualquier recuperación económica significativa. Cuba, por su parte, registrará una caída del -1,5 %, reflejo de las sanciones internacionales, la falta de reformas estructurales y una economía aún rígidamente centralizada.
Ambos casos muestran los costos de la inestabilidad prolongada, donde la ausencia de gobernanza efectiva y los modelos económicos insostenibles terminan asfixiando el desarrollo.
Colombia: una recuperación prudente
En el caso de Colombia, la Cepal proyecta un crecimiento del 2,6 %, ubicándose en el sexto puesto dentro de Sudamérica. Aunque la cifra no es espectacular, representa una recuperación prudente en medio de un entorno internacional poco favorable.
Expertos como Raúl Ávila Forero, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, destacan que “el desafío colombiano sigue siendo estructural: alta informalidad, brechas laborales de género y baja inversión en ciencia y tecnología”. Sin embargo, el país ha logrado mantener una relativa estabilidad fiscal y financiera, que sirve como amortiguador frente a choques externos.
Una región en riesgo de una nueva década perdida
Más allá de las cifras individuales, la Cepal lanza una advertencia que debería resonar en todos los despachos presidenciales: “la región enfrenta la urgente necesidad de acelerar la movilización de recursos para el desarrollo a fin de evitar una nueva década perdida”.
Esto implica:
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Reformas fiscales transformadoras.
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Fomento decidido a la inversión privada.
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Instituciones sólidas y ágiles.
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Mayor cooperación internacional.
No basta con crecer. Hay que crecer bien, con inclusión, productividad y resiliencia.
Las cifras completas del crecimiento proyectado en 2025
País | Crecimiento proyectado |
---|---|
Guyana | 13,6 % |
Antigua y Barbuda | 5,8 % |
San Vicente y las Granadinas | 4,7 % |
República Dominicana | 4,6 % |
Argentina | 4,3 % |
Dominica | 4,2 % |
Belice | 4,1 % |
Paraguay | 3,9 % |
Costa Rica | 3,8 % |
Granada | 3,7 % |
Guatemala | 3,6 % |
Honduras | 3,2 % |
Perú / Nicaragua | 3,1 % |
Uruguay | 2,8 % |
Colombia | 2,6 % |
Chile / El Salvador | 2,4 % |
Brasil | 2,3 % |
Venezuela | 2,0 % |
Bolivia / Ecuador | 1,5 % |
México | 0,3 % |
Cuba | -1,5 % |
Haití | -2,3 % |
Un momento de decisiones, no de resignaciones
El 2025 será un año clave para América Latina. No solo porque enfrentará un contexto económico internacional más incierto, sino porque cada país deberá decidir si sigue aferrado a modelos del pasado o se atreve a diseñar su propio camino hacia el desarrollo.
Y aunque las cifras de crecimiento son importantes, lo fundamental será cómo se traduce ese crecimiento en empleo, equidad, oportunidades y bienestar real. Porque al final, el verdadero motor de la economía no son los números, sino las personas.
Fuente: CIESPAL