Un árbol genealógico tan diverso como fascinante lo vincula con figuras como Madonna, Justin Bieber y Angelina Jolie, sin renunciar jamás a la esencia espiritual que guía su vida.
Muchos habrían apostado que si algún cineasta de renombre visitaría primero al nuevo Papa León XIV, sería Martin Scorsese, un hombre que durante décadas ha tejido en su cine las tensiones entre el arte, la culpa y la redención. Sin embargo, fue Al Pacino —leyenda viva del séptimo arte— quien cruzó las puertas del Vaticano la semana pasada para estrechar la mano del sumo pontífice. Un gesto que, más allá de la anécdota, confirma un vínculo inesperado pero cada vez más evidente: el nuevo Papa no solo es un líder espiritual, también es pariente lejano de varias de las estrellas más reconocidas del mundo del espectáculo.
Nacido como Robert Francis Prevost en Chicago en 1955, León XIV es el primer pontífice estadounidense de la historia y, probablemente, el más cosmopolita en cuanto a ascendencia. Una reciente investigación genealógica publicada por The New York Times, en colaboración con expertos como Henry Louis Gates Jr., ha sacado a la luz un linaje tan extenso como sorprendente. Un pasado familiar que se despliega como una novela épica: desde marinos de la Real Armada española y revolucionarios latinoamericanos hasta cantantes de pop y políticos globales.
Una estirpe que abarca siglos, continentes y contradicciones
La investigación ha logrado rastrear más de 500 años de historia familiar, identificando antepasados en Francia, Italia, España, Cuba, Haití, Guadalupe, Canadá y, por supuesto, Estados Unidos. Entre los hallazgos más notables figura Salvatore Giovanni Gaetano Riggitano Alito, su abuelo siciliano, emigrado a América a principios del siglo XX, así como cuatro tatarabuelos nacidos en Isla, Cantabria, reconocidos hidalgos del municipio de Arnuero. Uno de sus descendientes, Diego de Arana Valladar, fue capitán de mar y tierra, enfrentándose a corsarios neerlandeses en el siglo XVII.
Pero quizás el parentesco más impactante desde el punto de vista histórico sea el que lo vincula con el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, héroe de la Batalla de Ayacucho y figura clave en la independencia sudamericana. Sucre fue el primer presidente constitucional de Bolivia, país cuya capital lleva su nombre.
El Papa pop: parientes entre beats, cámaras y urnas
Si bien su herencia histórica es rica y compleja, lo que ha captado la atención de la opinión pública es su insólita conexión con varias figuras del universo del entretenimiento y la política. De acuerdo con el estudio, León XIV es primo noveno de Madonna, Justin Bieber, Angelina Jolie, Hillary Clinton, Justin Trudeau y el escritor beat Jack Kerouac. Todos ellos comparten un antepasado materno nacido en torno a 1590, Louis Boucher de Grandpré, oriundo de Trois-Rivières, Quebec.
El hallazgo resulta particularmente irónico en el caso de Madonna, una de las artistas con mayor historial de confrontación con la Iglesia. Desde el polémico videoclip de Like a Prayer, condenado por el Vaticano, hasta los intentos fallidos de reconciliación, la cantante ha transitado una relación turbulenta con la institución. En 2022 incluso solicitó una reunión privada con el Papa Francisco alegando haber sido “excomulgada tres veces”. Hoy, saber que está emparentada con el nuevo pontífice quizás reabra caminos antes impensados.
Por su parte, Justin Bieber, quien profesa una espiritualidad más explícita y forma parte de la comunidad cristiana Churchome, ha utilizado sus redes sociales para compartir reflexiones sobre la fe, los errores y la redención. ¿Podría este vínculo lejano con León XIV reforzar aún más su búsqueda espiritual?
El Papa panamericano
Detrás del simbolismo, emerge una figura pontificia profundamente marcada por la diversidad. León XIV no solo habla varios idiomas y ha trabajado como misionero durante décadas; su linaje encarna la historia misma de las migraciones, de la mezcla, del mestizaje que forma el alma de América. De ascendencia afroamericana, criolla y europea, su árbol genealógico parece haberse tejido con los hilos de múltiples orígenes y destinos.
“El Papa León XIV posee uno de los árboles genealógicos más diversos que hayamos encontrado jamás”, declaró Henry Louis Gates Jr. “Cada historia familiar contenida en su ADN ayuda a explicar a este hombre complejo, moderno y profundamente humano que ahora lidera a la Iglesia Católica”.
Fe, cultura y modernidad
La imagen del Papa ya no es la de un monarca solitario en el balcón de San Pedro. León XIV representa una era en la que el pasado y el presente, lo sagrado y lo mundano, se entrelazan. Su vínculo con el espectáculo no responde al azar ni a una estrategia de relaciones públicas: es parte de su sangre, de su identidad.
En él convergen la sabiduría de los antiguos, el fuego de los libertadores, la visión de los artistas y la fe que nunca abandonó. Quizá por eso, cuando Al Pacino le estrechó la mano, no era solo un actor visitando a un líder espiritual. Era también un pariente lejano saludando a otro, en un escenario que, por esta vez, no necesitó guión.