En las primeras horas de este 21 de abril de 20025, el mundo despertó con la triste noticia del fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco. A los 88 años, el primer pontífice latinoamericano de la historia partió dejando tras de sí una estela luminosa de compasión, humildad y transformación. Su muerte marca el fin de una era espiritual que desafió estructuras y tocó corazones más allá de credos, fronteras e ideologías.

Nacido como Jorge Mario Bergoglio el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Argentina, el futuro Papa fue un hombre de profundas convicciones, forjado por su fe jesuita y un corazón abierto a los más vulnerables. Su elección como sucesor de Benedicto XVI en marzo de 2013 rompió moldes: no sólo fue el primer Papa procedente del continente americano y del hemisferio sur, sino también el primero en adoptar el nombre de Francisco, en honor al santo de Asís, símbolo de pobreza, paz y fraternidad con la creación.

Un papado en movimiento: 60 países, un mismo mensaje

Durante más de una década de pontificado, el Papa Francisco se mantuvo en constante peregrinaje, llevando su mensaje de esperanza, justicia social y diálogo interreligioso a los rincones más lejanos del planeta. Visitó 60 países, entre ellos Irak, Cuba, Filipinas, Mozambique, Birmania y los Emiratos Árabes Unidos —donde firmó un histórico documento de fraternidad con el Gran Imán de Al-Azhar—. Fue un Papa que prefirió la periferia al centro, lo marginal al poder, lo humano al dogma.

Su primera visita internacional fue a Brasil, durante la Jornada Mundial de la Juventud de 2013 en Río de Janeiro, donde ya mostraba su estilo cercano: desplazarse en vehículos sencillos, saludar a pie de calle, y hablar con un lenguaje directo, sin ambages.

Reformador silencioso y pastor audaz

A lo largo de su pontificado, Francisco intentó —y en muchos casos logró— renovar una Iglesia que se debatía entre escándalos internos y la urgencia de reconectarse con los fieles. Impulsó profundas reformas en la Curia Romana, promovió la transparencia financiera en el Vaticano y defendió con firmeza la “tolerancia cero” ante los abusos sexuales cometidos por miembros del clero.

Su encíclica Laudato Si’ (2015) fue un grito profético en defensa de la Casa Común, colocando al medioambiente en el centro del debate moral global. En Fratelli Tutti (2020), invocó la fraternidad universal como antídoto contra el aislamiento, el odio y los muros.

Logros que trascienden la fe

Más allá de los fieles católicos, Francisco fue un líder moral de referencia para millones. Su cercanía con los migrantes, los pobres, los presos y los descartados lo hizo símbolo de una Iglesia en salida, inclusiva y valiente. Fue el primer Papa en apoyar civilmente la unión legal de parejas del mismo sexo, marcando un hito en la apertura de la institución.

Dialogó con ateos, con musulmanes, judíos y budistas; pidió perdón en nombre de la Iglesia por los errores del pasado, como los abusos cometidos en internados católicos o el rol durante dictaduras latinoamericanas. Reunió a líderes políticos enemigos, como lo hizo en 2014 con los presidentes de Israel y Palestina, plantando juntos un olivo por la paz.

Viajes Apostólicos: Una misión de Paz y Esperanza

Datos sobre él Papa Francisco: Legado de un Pastor Universal:

Nombre de nacimiento: Jorge Mario Bergoglio

Lugar y fecha de nacimiento: Buenos Aires, Argentina – 17 de diciembre de 1936

Formación y primeros años:

• Hijo de inmigrantes italianos; criado en un hogar sencillo y profundamente católico.
• Se formó como técnico químico antes de ingresar al seminario.
• Ingresó a la Compañía de Jesús (Jesuitas) en 1958 y fue ordenado sacerdote en 1969.
• Fue profesor de literatura, rector del Colegio Máximo de San Miguel y provincial de los jesuitas en Argentina.

Trayectoria eclesiástica

• 1992: Nombrado obispo auxiliar de Buenos Aires por Juan Pablo II.
• 1998: Arzobispo de Buenos Aires tras la muerte del cardenal Quarracino.
• 2001: Creado cardenal por Juan Pablo II.

Como arzobispo, fue conocido por su estilo de vida austero, viajando en transporte público y viviendo en un pequeño apartamento.

Elección como Papa

• 13 de marzo de 2013: Fue elegido Papa número 266, el primer latinoamericano, primer jesuita y primer pontífice no europeo en más de 1.200 años.

Tomó el nombre de Francisco en honor a San Francisco de Asís, símbolo de pobreza, humildad y amor por la creación.

Logros y gestos históricos

• Publicó la encíclica Laudato Si’ (2015) sobre el cuidado de la Casa Común, uno de los textos ecológicos más influyentes del siglo XXI.
• Impulsó la diplomacia papal, favoreciendo la reconciliación entre Cuba y EE.UU., y mediando en conflictos globales.
• Fue pionero en el diálogo interreligioso: se reunió con el Gran Imán de Al-Azhar, el patriarca ortodoxo Bartolomé, y líderes judíos y budistas.
• Promovió una Iglesia sin muros, cercana a los pobres, los migrantes, los indígenas, y los descartados de la sociedad.
• Reformó estructuras del Vaticano y fomentó la transparencia financiera y la lucha contra el abuso sexual clerical.
• Llamó a la inclusión pastoral de las personas LGBTQ+, enfatizando: “¿Quién soy yo para juzgar?”.
• Realizó 42 viajes internacionales, visitando 60 países, incluidos lugares marcados por la guerra y la pobreza.

Frases inolvidables

• “Prefiero una Iglesia accidentada por salir a la calle, que una enferma por encerrarse.”
• “La realidad se ve mejor desde la periferia.”
• “No hay futuro sin reconciliación.”

Fallecimiento

• Fecha de fallecimiento: 21 de abril de 2025

Dejó un legado imborrable de humanidad, apertura y valentía. Su pontificado será recordado como uno de los más reformadores y cercanos al pueblo en la historia moderna de la Iglesia.

Un legado escrito en los corazones

Francisco nunca vivió en los lujosos apartamentos papales del Palacio Apostólico. Prefirió residir en la modesta Casa Santa Marta, comiendo en el comedor común y desplazándose en un Ford Focus. Nunca buscó grandezas, sólo ser “un buen pastor”.

Hoy, su ausencia resuena con fuerza. Pero su legado se extiende como raíces bajo tierra: invisibles a veces, pero determinantes en el florecimiento futuro de una Iglesia más humana, más abierta y más comprometida con el sufrimiento del mundo.

El Papa Francisco no sólo cambió la historia de la Iglesia Católica. Cambió la manera en que millones entendemos la espiritualidad, la dignidad y la compasión. Su mensaje resuena como un susurro eterno en la conciencia del siglo XXI: “Recen por mí”, solía decir. Hoy, el mundo reza por él.