La llamada Chica Dorada, símbolo de la música pop latina durante más de tres décadas, atraviesa uno de los episodios más delicados de su vida personal. Paulina Rubio ha vuelto a enfrentar a la justicia estadounidense, esta vez por una acusación que estremece por su naturaleza: presunto abuso físico contra su hijo mayor, Andrea Nicolás Vallejo Rubio, de 14 años.
La denuncia, surgida tras un incidente en el domicilio de la cantante en Miami, ha reavivado las tensiones con su expareja y padre del menor, el empresario español Nicolás “Colate” Vallejo-Nágera. De acuerdo con información revelada por medios como Despierta América, fue el propio adolescente quien, tras una discusión con su madre, declaró haber sido golpeado en la espalda, dejando una marca visible. Una llamada al 911 por parte del personal doméstico habría activado automáticamente un protocolo legal por violencia familiar contra un menor, lo que derivó en una intervención policial inmediata.
Una batalla familiar que no cesa
El vínculo entre Paulina y Colate ha sido objeto de controversia desde su separación hace más de una década. Disputas públicas por la custodia, alegatos cruzados y declaraciones filtradas a la prensa han alimentado una narrativa de enfrentamientos sin tregua. Este nuevo episodio, sin embargo, ha llevado la tensión a un nivel aún más crítico, dado que involucra el bienestar físico y emocional de un menor.
Durante una audiencia virtual celebrada en Miami, el abogado de Vallejo-Nágera, Daniel Kent, presentó el testimonio del adolescente como prueba del abuso, destacando que la agresión se habría prolongado durante varias horas, en el contexto de un castigo. Uno de los elementos señalados como detonante del altercado fue la confiscación del celular de Nicolás —el único medio que tenía para comunicarse con su padre—, lo que, según la trabajadora social designada por la corte, Amber Glasper, provocó una fuerte reacción emocional en el joven.
Glasper confirmó que el adolescente ha expresado de forma reiterada su deseo de vivir con su padre en España. Esta declaración, aunada al testimonio sobre el incidente, fue suficiente para que la jueza a cargo del caso determinara una medida preventiva que obliga a Paulina Rubio y a su entorno familiar a someterse a terapia, bajo supervisión profesional.
Silencio público y decisión judicial
Hasta el momento, la defensa legal de Rubio, encabezada por la abogada Sandra Hoyos, no ha emitido declaraciones extensas sobre las acusaciones. Sin embargo, trascendió que se acató la medida judicial, lo que indica una posible voluntad de cooperación ante los requerimientos de la Corte.
La decisión de implementar terapia familiar tiene como objetivo no solo amortiguar las tensiones evidentes en la dinámica madre-hijo, sino también buscar una vía de reconciliación emocional entre ambas partes, antes de que la situación escale a una separación definitiva.
¿Un futuro lejos de su madre?
En declaraciones privadas, recogidas por la corte y los medios, Andrea Nicolás habría manifestado su intención de mudarse a España con su padre, lo que Nicolás Vallejo-Nágera ha dicho estar dispuesto a apoyar legalmente. No es la primera vez que el adolescente expresa este deseo, pero ahora lo hace respaldado por una situación judicial concreta y por la intervención de las autoridades.
El caso sigue bajo investigación y promete seguir generando titulares, no solo por la notoriedad de los protagonistas, sino también por lo que representa: un grito de auxilio de un adolescente en medio de una tormenta emocional, un conflicto judicial de largo aliento, y el cuestionamiento público a una figura que, más allá de los escenarios y los reflectores, enfrenta las complejidades de la maternidad en la mirada implacable de la opinión pública.
Reflexión:
Este suceso nos recuerda que la fama no exime a nadie de las tormentas familiares, que el bienestar emocional de los niños debe ser prioridad sin importar el apellido ni el linaje artístico, y que detrás de las figuras mediáticas hay seres humanos lidiando con los mismos dolores y desafíos que muchas familias enfrentan, en silencio, cada día.
La Chica Dorada enfrenta un desafío muy diferente a los que acostumbró en su carrera: no una canción, no una gira, sino la necesidad de reconstruir la confianza con su hijo, bajo la mirada atenta de la ley y del mundo.
Sabemos que lo podrá hacer...
Fuente Foto: Instagram: /paulinarubio